Todavía recuerdo el primer día que llegué a mi primer trabajo realmente formal. Antes había sido becario durante 6 meses en otra organización y aparte había tenido trabajos puntuales. Pero esta era la primera vez que tenía un trabajo serie: jornada completa, nómina más o menos en condiciones y dentro de un sitio donde trabajaban unas 200 personas. El caso es que como Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas, que era en aquel momento, ya luego terminé Ingeniería Informática; no me impresionaba demasiado el parque de servidores que había, pero sí que me impresionó la centralita telefónica.