Si estáis como nosotros en el mundo del software libre y el desarrollo, sabréis más que de sobra que quizás lo más complejo de hacer un desarrollo, no es hacerlo, es hacerlo de forma que otro pueda entenderlo (hoy, mañana y dentro de mucho) y que pueda ser probado para asegurar que no fallará en un caso extraño en un futuro. Y es que todavía recuerdo cuando desarrollaba de forma informal, cuando aprendía e incluso ya trabajando y hacía un código que podríamos denominar espagueti.
¿Por qué? Seguro que os ha pasado también a vosotros. Por ejemplo: