Si hay una plataforma que permite reunir los intereses de los artistas musicales, a la vez de los que queremos oír música gratuitamente en la red, esta es Spotify.
A cambio de poder oír música con algunos anuncios entre medias (cada 3 canciones aproximadamente), los artistas se llevan una cantidad de dinero (los que de verdad escuchas, no los que la SGAE quiere que escuches) y todos contentos. De hecho, si quieres evitar los anuncios, tienes la opción de pagar una cuenta de Pro (al estilo freemium).