Doyne Farmer y el ordenador de zapato para ganar a la ruleta del casino

Doyne Farmer y el ordenador de zapato para ganar a la ruleta del casino

Conocer nuestra historia es la mejor forma de comprender el presente e imaginar el futuro. Esto es algo que aplica a todos los ámbitos de la vida, incluida la informática. El Heinz Nixdorf MuseumsForum en Paderborn, Alemania, es el lugar perfecto para profundizar en la historia de la informática, ya que es considerado el museo de informática más grande el mundo. Creado por Heinz Nixdorf, pionero de la informática alemán durante los años 50 y 60, el museo sumerge a los visitantes en un viaje a través del tiempo, desde la creación de la escritura en Mesopotamia alrededor del año 3.000 a.C.  hasta nuevas tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial. Con una superficie de 6.000 metros cuadrados, la exposición permanente alberga cerca de 25.000 objetos de la historia de la informática y las ciencias de la computación.

Entre los cerca de 25.000 objetos que se pueden encontrar en el Heinz Nixdorf MuseumsForum, destaca un ordenador de zapato que tiene una larga historia relacionada con el mundo de los casinos. Este pequeño artilugio pertenece a J. Doyne Farmer, profesor de matemáticas de la Universidad de Oxford y director del departamento de Complejidad Economía del Instituto de Nuevo Pensamiento Económico de la Oxford Martin School. Doyle nació en Texas, pero creció en el desierto de Nuevo México. Durante su infancia fue fuertemente influenciado por Tom Ingerson, un joven físico y líder de Boy Scouts, y se interesó por la ciencia y la aventura. Tanto es así que estudió física en la Universidad de Stanford. Tras completar la licenciatura en física, estudió cosmología física en la Universidad de California en Santa Cruz.

Mientras estudiaba cosmología física, Doyle se sintió cautivado por la fascinación de los juegos de azar, el problema de la predicción, así como la necesidad de la libertad financiera en la investigación científica. Con el apoyo de su amigo de la infancia Norman Packard, juntos formaron un grupo llamado Eudaemonic Enterprises, cuyo objetivo era ganarle al juego de la ruleta y utilizar las ganancias para formar una comuna científica. El nombre del grupo hacía referencia a la palabra eudaimonia que, según Aristóteles, se refiere a un estado de iluminación derivado de una vida vivida de acuerdo con la razón. A lo largo de la aventura, Doyle y Packard tropezaron con varias ramas nuevas de la ciencia, como la teoría de caos, la metadinámica y la complejidad. Además, también diseñaron y construyeron los primeros ordenadores digitales portátiles que usaron para ganar en el juego de la ruleta.

Investigación de la rueda de la ruleta

Los dos estudiantes compraron una rueda de ruleta para hacer sus investigaciones y conocer en profundidad el principio de su funcionamiento. Después de un extenso estudio experimental y teórico de su física, resolvieron la fórmula utilizando los períodos de las ruedas de la ruleta y la rotación de la bola, que recorre la rueda hasta detenerse en alguna de las casillas. Sin embargo, todos esos cálculos eran demasiado difíciles de recordar para poder usarlos en la práctica, por lo que decidieron diseñar y construir un ordenador especial para resolver el problema, aproximadamente al mismo tiempo que el primer ordenador de escritorio de Apple. Doyle codificó manualmente el programa de tres kilobytes para el ordenador en lenguaje de máquina. El programa incluía un paquete de representación de punto flotante, un secuenciador para realizar el cálculo y un sistema operativo que funcionaba con entradas de puntera y salidas vibratorias.

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Fuente: www.doynefarmer.com

En los casinos tradicionales, normalmente suelen transcurrir más de diez segundos desde el momento en que el croupier suelta la bola hasta que se cierran las apuestas de los jugadores. Doyle y Packard aprovecharon ese tiempo para medir la posición, la velocidad y la rotación de la bola usando el dedo gordo del pie, haciendo clic en un interruptor instalado en el zapato. El ordenador digital utilizaba esa información para predecir la posición de aterrizaje de la bola, y la señal se transmitía a una segunda persona, quien era la encargada de realizas las apuestas en la mesa de juego. En total, hicieron más de once viajes a distintos lugares de juego de Estados Unidos, como Las Vegas, Reno y Tahoe, y lograron una ventaja del 20% sobre la casa, aunque tuvieron problemas persistentes de hardware.

Los conceptos básicos de la ruleta

El juego de la ruleta consiste en una rueda, mecanizada y equilibrada que tiene una fricción muy baja y está diseñada para girar durante un tiempo relativamente largo con una velocidad angular que decae lentamente. La rueda gira en una dirección, mientras que la pequeña bola lanzada por el croupier gira en la dirección opuesta sobre el resalte interior del plato. A medida que la bola pierde impulso, cae hacia la rueda y finalmente se detiene en una de las casillas correspondiente a un número. La ruleta europea se compone de 37 casillas, que van desde el cero hasta el número 36, mientras que la ruleta americana cuenta con 38 casillas, con los números comprendidos entre el cero y el 36, más el doble cero. La ventaja de la casa en la versión europea es del 2.70%. Un porcentaje que aumenta hasta el 5.26% en la versión americana.

Aunque teóricamente pueda ser un juego de azar predecible, teniendo en cuenta las leyes de Newton, el ritmo de las partidas de la ruleta no deja tiempo suficiente para aplicar el conocimiento de la física. Además, las pequeñas variaciones en las condiciones iniciales y las fuerzas involucradas, como la velocidad o la trayectoria de la bola, pueden alterar el resultado. Cada rueda de la ruleta de los casinos es ligeramente diferente, y tiene características que fomentan la aleatoriedad en las partidas, como el tamaño de los trastes entre los números y los obstáculos repartidos por la ruleta que interceptan la bola cuando cae sobre la rueda. Estas características, combinadas con condiciones atmosféricas que cambian continuamente, hacen que predecir el número exacto donde caerá la bola sea una tarea imposible. Al fin y al cabo, el azar es parte de la esencia del mundo del casino.