La magia del portátil, más aún en vacaciones
Todavía recuerdo cuando compré mi primer portátil. Era un Acer Aspire y sería allá por 2009. No hacía tanto, un par de años o así, que por comenzar a estudiar Ingeniería Informática, me habían comprado un ordenador de sobremesa exclusivo para mí , y eso ya os digo que en su día no era normal, hoy en día todo se ha abaratado y normalizado tanto que sí que lo es. Yo era celoso de la potencia de los portátiles, de no poder abrirlos y cacharrearles, pero desde el principio me di cuenta de sus ventajas.
La magia de la movilidad
La movilidad, sin lugar a dudas, era y es una ventaja tal, que poco a poco, en vez de sobremesas, se han ido adquiriendo portátiles hasta para personas con poca necesidad de movilidad. En mi caso, empecé a darme cuenta en dos casos concretos. Cuando viajaba en tren o autobús, en viajes interurbanos, el portátil si iba sólo era un gran compañero. La autonomía no era enorme y por supuesto no teníamos 3G (no digamos ya 4G) para poder navegar, pero era suficiente para aprovechar el tiempo. La segunda, era la posibilidad de llevarlo a clase. Atrás se quedaron tener que andar haciendo prácticas en ordenadores de uso común de la universidad, que sin llegar a ser ni mucho menos insuficientes, eran muchos más incómodos para trabajar en una época en la que la “nube” como tal no existía.
Poco a poco, han ido pasando por mis manos más y más ordenadores portátiles. No he vuelto a tener un sobremesa y es que aunque en algunos aspectos sé que es mejor tener un sobremesa (lo he tenido y usado cuando he trabajado por cuenta ajena o en la oficina de algún cliente), por lo general para mí y creo que para la inmensa mayoría de usuarios de ordenador, el portátil es mejor que el equipo de sobremesa.
Atrás quedó también la época en la que en vez de buscar los mejores ordenadores portátiles, buscaba el ordenador portátil que funcionara bien con Linux. Todavía recuerdo cuando recién comprado el portátil, instalabas la distribución y fallaban cosas tan básicas como el controlador WiFi. Qué dolores de cabeza para arreglarlos. Gracias a la comunidad, a las marcas de hardware y por supuesto, al esfuerzo de algunas distribuciones, parece que eso es un problema ya del pasado. Aunque todavía es cierto que puntualmente a veces pasan cosas raras (el otro día no me funcionaba la webcam en Elementary OS Juno en un Xiaomi Air), ya no es algo frecuente y no suele ser crítico.
Y bueno, para terminar una última reflexión. Si estáis de vacaciones y sois capaces de limitar vuestra actividad laboral (si no, llevar el portátil no os ayudará demasiado), el portátil en vacaciones, además de una cómoda ventana al correo (mucho más cómoda que el móvil o la tableta); es también la herramienta perfecta para calcular rutas, reservar viajes o poder ver tu serie favorita fuera de casa. Y si estáis buscando uno, dad una vuelta por Depau, seguro que encontráis algo interesante.