Todavía recuerdo el primer día que llegué a mi primer trabajo realmente formal. Antes había sido becario durante 6 meses en otra organización y aparte había tenido trabajos puntuales. Pero esta era la primera vez que tenía un trabajo serie: jornada completa, nómina más o menos en condiciones y dentro de un sitio donde trabajaban unas 200 personas. El caso es que como Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas, que era en aquel momento, ya luego terminé Ingeniería Informática; no me impresionaba demasiado el parque de servidores que había, pero sí que me impresionó la centralita telefónica.
Algo sabía de telefonía, pero el caso es que en una organización de ese tamaño, las personas responsables de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) da igual que sean “telecos” o informáticos, que se encargan de mantener ambos servicios: red de datos y telefonía. La centralita telefónica era una vieja centralita analógica, de esas que cuando había llamadas o pulsaciones se oían relés mecánicos dentro activándose. Algo realmente antiguo, aunque funcionaba. Lo que más me llamó la atención de dicha centralita fueron dos cosas: la primera, lo complejo de su funcionamiento; la segunda, la dependencia hacia la compañía telefónica. Es decir, tú tenías tu centralita en tu centro, pero a la hora de la verdad dependías muchísimo de Telefónica. La empresa que daba ese servicio. Configuraciones, alguna avería o funcionamiento raro… dependías del técnico externo.
Al no mucho tiempo hubo que cambiar la centralita. Por edad y por necesidad de ampliación. Otro defecto que tenía es que para incluir nuevas líneas era necesario montar placas nuevas, con un coste desorbitado. Así que se optó por una centralita nueva. Era digital, pero estaba en el centro. En aquel momento pareció un adelanto, pero ya os digo que no lo fue tanto.
Pues básicamente respecto a la anterior obtuvimos:
Pero claro, no todo eran ventajas. Había ciertos problemas que no habían desparecido, al menos no totalmente.
La tecnología progresa y a día de hoy, para este tipo de problemas, está clara la solución aplicar en prácticamente todos los casos: una centralita en la nube. De este trabajo que os comentó ya salí, al menos como trabajador que no como colaborador; y sí, van a migrar a una centralita en la nube, ¿por qué? Porque aquí sí que hay ciertos problemas que desaparecen:
Y bueno, todo eso junto a que ahora que ahora ya no sólo contratas un servicio de telefonía, ahora puedes contratar multitud de servicios extra nuevos, al convertirse la telefonía en algo digital en la nube, las posibilidades son literalmente enormes (contact centers, servicios de grabación y registro, etc.).
https://www.youtube.com/embed/z-xGk9c_eOw Guionista y locutor: Manuel Ignacio López Quintero.Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2024.