La comercialización de Ubuntu

La comercialización de Ubuntu

Hoy en día, obtener ingresos mediante el Software Libre es complicado. Anteriormente expuse mi opinión de por qué el Software Libre es, generalmente, gratis. Entonces si ganar dinero mediante la venta de un producto es difícil, hay que conseguir beneficios de otra manera. Una de ellas es ofrecer diferentes servicios que permitan al usuario disfrutar de dicho producto en mayor grado.

Y eso es lo que está haciendo Canonical, una empresa privada como otra cualquiera cuya finalidad es la de generar beneficios, con uno de sus productos estrella: Ubuntu, la distribución más famosa de Linux. Dicha empresa aplica ciertos principios a dicho sistema operativo y uno de ellos es su gratuidad. Entonces, ¿cómo ganar dinero? Fácil, ofreciendo diferentes servicios que permitan cosechar ganancias.

El primer paso llegó con Ubuntu One, un servicio de alojamiento de archivos que ahora está integrado en Ubuntu, enfocado a la copia de seguridad y a la sincronización de archivos e información entre ordenadores. Con tu cuenta de Ubuntu One dispones de un espacio en disco reducido gratis, pero si pagas ciertas cantidades puedes obtener mucho más espacio. Este servicio llegó por mayo de 2009 y poco más tarde se integró en Ubuntu. Esto provocó muchas discrepancias en la comunidad, pero sigue ahí. Más tarde se añadió en el Centro de Software de Ubuntu la posibilidad de comprar software con licencia privativa. Y actualmente han llegado dos nuevos servicios: Ubuntu for Android y Ubuntu TV.

Con todos estos servicios me surge una pregunta: ¿hasta qué punto quieren hacer comercial Ubuntu? Es decir, ¿cuántos más servicios publicará Canonical sobre Ubuntu? La adición de servicios que funcionan mediante sistemas cerrados, como Ubuntu One, hace parecer que dicha distribución sea cada vez menos libre y que se parezca más a un sistema privativo como Mac OS.

Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, ha tomado el mando de su equipo y cada vez escucha menos a la comunidad de usuarios. Un ejemplo está en la imposición de Unity por defecto y complicar la obtención de otros entornos de escritorio. Sus decisiones traen polémica, sin embargo, está consiguiendo que la marca de Ubuntu crezca aún más, atrayendo nuevos usuarios. ¿Es bueno, es malo? Siempre nos quedará la libertad de elegir la distribución de Linux que queramos. Pero siendo Ubuntu la distribución Linux por referencia, creo que debería cuidar un poco la libertad, tanto de software como facilidad de elección, y no centrarse tanto excesivamente en convertirse en otro Mac OS.