Me encantan las tecnologías HTML, CSS y Javascript. También me encanta Flash. ¿Cuál es la diferencia? Que las primeras son estándares abiertos y que son lenguajes reconocidos por la W3C.
Las grandes empresas tecnológicas están apoyando la última versión de HTML: Apple, Microsoft y Google. Ellos promueven el uso y el desarrollo de aplicaciones y páginas con estos estándares abiertos. En un principio parece que, por una vez, se están preocupando por nosotros y nos están escuchando, pero no es así.
Estos últimos meses estoy, en mi tiempo libre, programando en Javascript. Es un lenguaje muy prototipado, imperativo y dinámico. Como lenguaje tiene muchas carencias y no tiene nada que ver con lenguajes tan robustos como Java o ActionScript. Sin embargo, me permite crear aplicaciones que me funcionen en cualquier navegador de cualquier dispositivo. ¿Es realmente así? Sí, pero adaptándome a cada navegador. Por ejemplo, para detectar las coordenadas al hacer clic en un elemento canvas necesito codificar de manera diferente según el navegador que se está utilizando. Está claro que cada motor de Javascript es un mundo pero, ¿por qué tengo que detectar el navegador para que mi programa sea multiplataforma? Las empresas no pueden proclamar un mismo estándar abierto cuando cada uno lo interpreta a su manera.
Aparte de que tengo que programar según el navegador que se ejecute, hay otro aspecto que me parece totalmente contradictorio, y hago hincapié en las empresas de Microsoft y Apple. Éstas proclaman a los cuatro vientos lo abierto que es la última versión de HTML. Rechazan a Flash por ser una tecnología propietaria e incluso lo prohiben usar en algunos dispositivos móviles. La contradicción es que recriminan a Flash por ser propietaria y, sin embargo, en sus navegadores no se puede reproducir audios en el formato libre OGG. Ya no sólo tengo que modificar el código de Javascript para cada navegador, sino que también tengo que incluir dos formatos de audio: MP3 y OGG.
Está claro que cada empresa mira por sus intereses y quieren mostrar las bondades de las tecnologías que más les conviene usar. Pero por favor, que no anuncien estándares abiertos para imponer tecnologías propietarias. Al final, los desarrolladores tenemos que pagar los platos rotos y adaptarnos a sus imposiciones.
https://www.youtube.com/embed/z-xGk9c_eOw Guionista y locutor: Manuel Ignacio López Quintero.Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2024.
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Más platos rotos tenemos que pagar los usuarios.
el h264 tiene patentes, Microsoft y Apple son algunos de los patrocinadores, por lo que ellos también tienen un interes especial para que VP8 no sea existoso en la web...
Mientras que exista la competencia entre las empresas, siempre existirán contradiciones. En un mundo globalizado como en el que vivimos, las empresas velan por sus intereses propios, y de ahí deriva que la una apoye con más fuerza una tecnología que otra.
El concenso entre estos organismos es el camino para crear una Web abierta y estándar.
Sí, pero el estandar debería ser abierto y cada empresa presentar alternativas. No imponer las versiones propietarias y poner al código abierto como alternativo. Los contenidos en la web deberían ser libres para el disfrute de cualquier y no estar limitados a que mi navegador pueda ejecutar el trabajo que hizo el programador en su lenguaje.
El caso del soporte de audio OGG/Vorbis es aún más contradictorio si lo comparas respecto a los motivos que suelen dar en defensa del soporte de video H.264.
Para video, ponen la excusa de que H.264 es, en teoría, de mejor calidad (aunque no hay apenas diferencia respecto a VP8), mientras que por otro lado, para audio, OGG/Vorbis no encuentra soporte en ninguno de sus exploradores a pesar de que es de mucha mejor calidad que el anticuado MP3, el cual sí que soportan.