Geany, algo más que un editor de código para Gnome
Siempre he sido un Gnomo y si algo he envidiado a KDE durante mucho tiempo ha sido Kate. A pesar de que puedo recibir críticas de muchos por decir esto, creo que gedit es un editor mucho menos práctico que Kate. Sin embargo en Gnome hay otras alternativas mucho más potentes. Había probado de todo, desde Bluefish a Anjuta pasando por Glade. Ningún editor de Gnome llegaba a convencerme, hasta que Alberto descubrió y me comentó uno nuevo que desconocía al completo: Geany.
¿Qué destacaría de Geany? Lo primero que no es un simple editor, es más bien un IDE, como sus autores lo denominan. Carece de creador de interfaces gráficas pero es un entorno de desarrollo de lo más completo. Además de proporcionarnos resaltado de código, atajos de teclado, posibilidad de deshacer/rehacer, sistema de pestañas… opciones que se le pueden exigir a todos los editores actuales, posee otras características que lo hacen superior a sus rivales (al menos para mí).
- Posibilidad de compilar y ejecutar directamente desde el entorno (en todos los lenguajes orientados a esta labor). Aunque parezca increíble, es capaz de llamar al compilador y luego ejecutar el programa compilado directamente a través de una consola que se te integra en el programa.
- Descomposición y representación de las clases y estructuras de nuestro código. Geany interpreta nuestro código y en la barra izquierda nos representa las estructuras y clases que aparecen en él.
- Posibilidad de ampliar funcionalidad mediante complementos.
Entre otras características que le faltan destacaría:
- Imposibilidad de realizar macros.
- Falta de ciertos complementos.
Por cierto, está también disponible para Windows y Mac OS X y está basado en Scientilla, la misma librería que utiliza un editor para Windows tan famoso y potente como Notepad++. En prácticamente todos las distribuciones mayoritarias encontraréis un paquete en el repositorio para instalarlo.